Después de un período de incertidumbre extrema para el mercado bursátil estadounidense y su economía en general, la marea parece estar cambiando con el regreso al trabajo de 600.000 empleados federales suspendidos y el inicio de lo que parece ser un saludable Rally de Santa. Solo en la última semana, los índices insignia de EE. UU., el S&P 500 y el Nasdaq 100, subieron un promedio de 2,5 % y, al 3 de diciembre, se ubicaban en 6.824,15 y 25.445,48, respectivamente. Eso los deja muy cerca de sus máximos históricos recientes de octubre. Los factores positivos abundan y los analistas se han sorprendido con varios informes clave de ganancias, así como con algunos sólidos datos macroeconómicos.
Si estas ganancias inmediatas pueden convertirse en crecimiento a largo plazo dependerá en gran medida de la política económica y monetaria, que a su vez estará influenciada por la inflación y la salud del mercado laboral. La Fed está adoptando un enfoque de “esperar y ver” de cara a nuevos recortes de tasas y del inicio de la flexibilización cuantitativa, pero ¿podría estar cerca un momento de recaída? En este artículo cubriremos todos estos factores y más mientras intentamos determinar hacia dónde podrían dirigirse las acciones en 2026.
Santa Claus llegó a la ciudad
A pesar del pesimismo excesivo creado por el cierre del Gobierno estadounidense de 43 días, el más largo de la historia, los primeros datos de esta primera semana de diciembre sugieren que no ha sido tan devastador como se pensó inicialmente y que un Rally de Santa podría suceder después de todo. Como mencionamos antes, tanto el S&P 500 como el Nasdaq 100 han subido modestamente con respecto a la semana anterior y acaban de superar sus niveles de principios de noviembre. Además, muchos de los primeros informes de ganancias que hemos recibido superaron significativamente las expectativas, aunque quizás estas eran demasiado pesimistas en primer lugar.
En el sector del consumidor de presupuesto limitado, Dollar Tree superó con creces los objetivos de ganancias de Wall Street y la empresa elevó su orientación de ganancias por acción para todo el año. En tanto, el fabricante de chips Marvell Technologies ganó 8,7 % tras reportar un aumento en los ingresos del tercer trimestre gracias a la fuerte demanda de sus productos para centros de datos, así como por su pendiente adquisición de Celestial AI. Pero Salesforce dejó totalmente sorprendidos a los analistas con un crecimiento de 17 % interanual y una ganancia por acción de USD 2,91, muy por encima de los USD 2,41 previstos. Esto muestra un sólido desempeño en ambos extremos de la economía estadounidense, lo cual sin duda es una buena señal para la fortuna de los mercados de renta variable de EE. UU. de cara a 2026. Y dado que los precios de las acciones suelen ser un indicador adelantado, es probable que veamos este cambio de expectativas reflejado en los precios más temprano que tarde. Obviamente, aún faltan informes importantes por publicarse, incluidos los de los “Mag 7”, pero los datos preliminares sugieren un cuarto trimestre más fuerte de lo esperado para el capital estadounidense.
Datos calientes
Dicen que no tener noticias es mejor que tener malas noticias, pero eso no siempre es cierto cuando se trata de datos macroeconómicos. Los inversionistas suelen temer lo peor y tienden a ponerse nerviosos, especialmente en torno a la época de los informes anuales. Con el cierre de gobierno ya terminado, los datos económicos finalmente están empezando a fluir, pero desafortunadamente no son tan buenos como algunos esperaban. El Índice de Gestores de Compras (PMI) Manufacturero de EE. UU. cayó por debajo de las expectativas a 48,2 en noviembre, lo que muestra que el sector todavía se está contrayendo. Este es ahora el noveno mes consecutivo de contracción del sector manufacturero. Mientras tanto, el Índice de Volatilidad (VIX), conocido también como el “índice del miedo”, subió 5,44 % hasta 17,24.
Sin embargo, no todo son malas noticias en el campo de las cifras, ya que los primeros datos centrados en el consumidor parecen sugerir que el impacto del cierre del gobierno podría no ser tan grave como se pensó al inicio. El crecimiento salarial ha mostrado resiliencia incluso en medio de una contratación más débil. Dejando de lado el posible riesgo inflacionario, un mercado laboral estable con un crecimiento salarial moderado le daría a la Fed una razón para relajar su política monetaria. Después de todo, el regulador había sugerido anteriormente que podría venir un recorte de tasas adicional en 2025 y ya ha expresado interés en la flexibilización cuantitativa en reuniones recientes. Como resultado, la herramienta FedWatch del CME sitúa ahora la posibilidad de un recorte de tasas en diciembre cerca del 90 %. Esto, por supuesto, daría un impulso bienvenido a las acciones en un mes ya tradicionalmente positivo. No obstante, mucho dependerá de indicadores clave como el IPC y las nóminas no agrícolas, que podrían obligar a la Fed a frenar su política moderada.
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